Durante la visita a Cuba el Presidente de Barack Obama, quizás con excesiva prudencia, afirmó reiteradamente que los problemas de Cuba debían ser resueltos por los cubanos.
Durante la visita a Cuba el Presidente de Barack Obama, quizás con excesiva prudencia, afirmó reiteradamente que los problemas de Cuba debían ser resueltos por los cubanos.
La visita de Obama a Cuba es definitivamente importante, aunque para muchos se trate más de una visita de negocios que de Estado, signada incluso por el aparentemente inusitado desprecio protocolar de parte del régimen cubano hacia el mandatario estadounidense, en todo caso, un evento central en cualquier cambio que se pueda producir en la Isla que supone, aunque ello no corresponda a la agenda pública o formal.
Los regímenes totalitarios, particularmente los comunistas como el de Nicolás Maduro, dan preeminencia a los derechos económicos, sociales y culturales sobre los derechos civiles y políticos, para justificar los atropellos a las libertades individuales, a la vida, la integridad física de las personas, como una vez lo diría Cilia Flores cuando declaró a los medios que prefería comer, tener una vivienda digna, educación de calidad y gratuita y salud integral que votar, elegir y expresarse libremente.
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El régimen de Nicolás Maduro desconoce sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos. En el país se persigue por razones ideológicas, se discrimina, se penaliza al opositor y a todo aquel que ose expresar sus ideas, más aún al que proteste, Leopoldo López y las decenas de estudiantes hoy en día en cárceles que dibujan al régimen, totalitario y excluyente, corrupto e ineficaz.
El aniversario de la muerte del dictador golpista Hugo Chávez fue el espacio más apropiado para que los pocos beneficiarios que quedan visitaran el templo de la deshonra y rezaran por su vida eterna.
La torpeza, la mala fe y la irreverencia, aunada a la mentira y la manipulación, caracterizan al régimen chavista, antes el del golpista Hugo Chávez, ahora el del aún más ilegitimo Nicolás Maduro quien acompañado de Diosdado Cabello y algunos militares inescrupulosos que no sólo parecen estar dispuestos para conservar sus riquezas a sembrar en el campo sino a manejar los recursos petroleros en paralelo a la industria una vez insignia del Estado venezolano, han decidido en una alianza militar-cívico destruir el país y entregar lo poco que queda a la dictadura cubana que dirige sus acciones.