Al igual que los mercados emergentes que prosperan con sus socios BRIC, China está en la cúspide del cambio geopolítico y de dinamismo socioeconómico. La atención a este meteórico ascenso significa que los actores, tanto públicos como privados, que tienen como objetivo impulsar al país adelante, estarán perpetuamente colocados bajo un microscopio, para garantizar que sus acciones no sean exclusivamente de auto-servicio, ni comprometan la tradicional integridad de la nación.