Las ejecuciones extrajudiciales, evidenciada en el aberrante caso del inspector Óscar Pérez y sus compañeros, conocido como la masacre de El Junquito; las violaciones de todas las reglas procesales para hacer de la justicia una herramienta política y los ataques a la propiedad privada y a la persona en general, por el régimen de Maduro, muestran el estado deplorable de los derechos humanos en el país.