La crisis arropó al régimen. No tiene salida. La crisis económica es absoluta. El disparate monetario expresa el final de un período nefasto, el más nefasto, podríamos decir, de toda nuestra historia.
La crisis arropó al régimen. No tiene salida. La crisis económica es absoluta. El disparate monetario expresa el final de un período nefasto, el más nefasto, podríamos decir, de toda nuestra historia.
La candidatura de Henry Falcón ha sido criticada por muchos, dentro del madurismo, pero también y mucho más acentuado, dentro de la oposición. El ex gobernador de Lara no representa la oposición, es decir, la inmensa mayoría de venezolanos que quieren un cambio inmediato de sistema y de régimen.
Pese a las indefiniciones de una dirigencia política opositora no tan unida como se requiere que a veces parece perder la brújula; y en medio de especulaciones muchas veces inconvenientes, nos acercamos al cambio de régimen y de sistema, lo que supone un proceso de transición en el que todos los partidos y sectores jugarán un papel fundamental para lograr la reconciliación y evitar una confrontación extrema que pueda desvirtuar y debilitar ese cambio.
El dilema que se plantea en Venezuela no es votar o no votar, abstenerse o no abstenerse. La solución está en rechazar categóricamente la validez de un proceso ilegitimo e ilegal, que convocó elecciones para el 20 de mayo, para reelegir por seis años más en la presidencia, a Nicolás Maduro.
Un régimen débil, agotado, fracasado, despreciado internacionalmente, con cada vez menos aliados dentro y fuera insiste en estrellarse.
En días pasados la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA solicitó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos la adopción de medidas cautelares con la finalidad de que ordenase al Estado de Ecuador que se abstuviera de “implementar la aprobación de la cuestión tercera del referéndum convocado mediante Decreto 229, relativo a la destitución de Edwin Leonardo Jarrín Jarrín, Tania Elizabeth Pauker Cueva y Sonia Gabriela Vera García, miembros del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS)” tras la realización de la consulta popular que había planteado semanas atrás, de acuerdo con las normas internas, el presidente Lenín Moreno, sobre algunos aspectos de interés nacional por todos conocidos que mostraron una vez más el talante democrático del presidente ecuatoriano.
Ante las debilidades de la oposición, es decir, ante su falta de unidad, el régimen ataca y busca oxígeno con un proceso electoral que sabe es ilegal e ilegitimo pero que necesita aprobación internacional, para lo que, por una parte, ha “animado” a algunos partidarios de la cómoda cohabitación, como Henry Falcón para que presente su candidatura, apoyado lamentablemente, por el MAS, un partido que había venido jugando un papel interesante en el proceso hacia la democratización
De nuevo la OEA examina la crisis en Venezuela que se habría acentuado tras la convocatoria por la ilegal e ilegítima Asamblea Nacional Constituyente (ANC)
Las ejecuciones extrajudiciales, evidenciada en el aberrante caso del inspector Óscar Pérez y sus compañeros, conocido como la masacre de El Junquito; las violaciones de todas las reglas procesales para hacer de la justicia una herramienta política y los ataques a la propiedad privada y a la persona en general, por el régimen de Maduro, muestran el estado deplorable de los derechos humanos en el país.
Incomprensible la posición de una parte de la oposición que insiste, pese al fracaso rotundo del “diálogo” en Santo Domingo, en elecciones presidenciales, cuando el mundo entero ha dicho que no aceptará sus resultados, por cuanto la convocatoria es fraudulenta, por su origen y por su contenido mismo; e irrespetuosa de las normas constitucionales y de las reglas electorales.