La torpeza, la mala fe y la irreverencia, aunada a la mentira y la manipulación, caracterizan al régimen chavista, antes el del golpista Hugo Chávez, ahora el del aún más ilegitimo Nicolás Maduro quien acompañado de Diosdado Cabello y algunos militares inescrupulosos que no sólo parecen estar dispuestos para conservar sus riquezas a sembrar en el campo sino a manejar los recursos petroleros en paralelo a la industria una vez insignia del Estado venezolano, han decidido en una alianza militar-cívico destruir el país y entregar lo poco que queda a la dictadura cubana que dirige sus acciones.